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OKDesde luego, mis primeros 100 días en Alpiq han sido extraordinarios. Echando la vista atrás, es increíble todo lo que puede pasar en sólo tres meses. Este periodo ha sido muy intenso, y no es fácil resumir todo lo que he vivido. Uno de los aspectos más interesantes ha sido la oportunidad de conectar con gente muy diversa. No sólo he podido trabajar estrechamente con el equipo español, tanto en la sede central de Madrid como en la central de Plana del Vent, sino que también he colaborado con colegas de Suiza y otros países dentro de la División Internacional.
Conocer al equipo diverso y global de Alpiq ha sido muy importante. Me ha dado una perspectiva más amplia de cómo funciona la empresa en los distintos mercados y regiones. He podido aprender de compañeros con distinta trayectoria profesional y conocimientos, lo que me ha permitido abordar los retos y las oportunidades desde distintos ángulos. Esta colaboración global es realmente inspiradora y me llena de optimismo para el futuro de Alpiq en la industria energética europea.
Por supuesto. Tuve el privilegio de conocer a mis colegas internacionales en un evento muy especial para empleados que tuvo lugar en nuestro activo hidroeléctrico Nant de Drance, en los Alpes suizos. Este evento me proporcionó una plataforma fantástica para conocer a mis colegas y mejorar nuestra colaboración transfronteriza.
Nant de Drance es un excelente ejemplo de la fortaleza de Alpiq en lo que se refiere a activos hidroeléctricos, ya que estas centrales de bombeo desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar la seguridad del suministro. Estos activos contribuyen significativamente a nuestra cartera energética, no sólo en términos de generación de energía limpia, sino también en el mantenimiento de un suministro energético estable y fiable para las regiones a las que servimos.
Además, afortunadamente, he tenido otras grandes oportunidades, como el Foro de Liderazgo y las reuniones y eventos de la División Internacional.
Han pasado muchas cosas. En agosto, Alpiq España participó en un importante evento organizado en la Embajada de Suiza en Madrid, con el objetivo de afianzar nuestra presencia en el mercado español. Esta oportunidad nos permitió conectar con grupos de interés, intercambiar puntos de vista y reforzar nuestra posición en el dinámico panorama energético, fomentando colaboraciones para nuestro crecimiento. Además, somos socios junto a Suma Capital en el proyecto fotovoltaico "Quijote", un paso importante hacia soluciones energéticas sostenibles y en nuestra expansión en España. Celebramos un acto inaugural muy agradable para reforzar las relaciones con todas las partes interesadas.
Claro, uno de los retos más importantes que he encontrado es la alta rotación en el equipo español durante 2022. Ese año fue muy difícil por muchas razones diferentes (dificultades de negocio, incertidumbres varias, muchos cambios, post-pandemia, etc.) y esta rotación fue una dura consecuencia. Ahora hay que cambiar la dinámica y para mí una de las principales prioridades es hacer que el equipo mire al futuro con optimismo. Confío plenamente en que tenemos ante nosotros muchas oportunidades en el mercado español y que Alpiq puede desempeñar un papel determinante en la transición energética.
La adaptabilidad es crucial en el sector energético, donde los cambios parecen ser la única constante. La fuerza de Alpiq reside en sus principios y objetivos fundamentales, que constituyen una base sólida. Sin embargo, es igualmente importante estar abierto a nuevas ideas y estrategias que se ajusten a estos principios. Fomentando una cultura de innovación y aprendizaje continuo, podemos asegurarnos de encontrar el equilibrio adecuado entre adaptación y coherencia.
Creo que me he incorporado a Alpiq en un momento muy interesante en el que se están produciendo muchos cambios para transformar Alpiq en una empresa preparada para "navegar" en este mundo de la energía. Creo que todavía hay muchos temas que abordar y retos que superar pero, viendo la calidad de los equipos y cómo todos estamos colaborando y haciendo todo lo posible para mejorar los procesos, las herramientas y las formas de trabajar, creo que estamos en el buen camino. Tenemos que seguir empujando.
Hablando de España, veo un gran potencial (una de las principales razones para aceptar este reto) y una cartera que ya está dando resultados prometedores. Sin embargo, a corto plazo todavía tenemos que seguir trabajando para sentar unas bases sólidas. Tenemos que invertir mucho esfuerzo en hacer más sólidos los procesos e implantar las herramientas adecuadas para aumentar la eficiencia y la precisión. En cuanto al negocio, tenemos que trabajar para optimizar la cartera de forma integrada, aumentar el enfoque y las capacidades de originación y, gracias a todo ello, construir ventajas competitivas para nuestras actividades clave.